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Procesos Cognitivos y Creativos en la Educación Artística
Esta línea de trabajo busca profundizar en la interacción entre los procesos cognitivos y creativos dentro del ámbito educativo, destacando el papel del arte como catalizador del aprendizaje significativo. Las teorías cognitivas permiten entender cómo el ser humano percibe, conceptualiza y crea, y estas capacidades son esenciales en la educación artística, donde se entrelazan el pensamiento crítico y la expresión estética. Desde esta perspectiva, el arte se convierte en un vehículo no solo para transmitir conocimientos, sino para generar experiencias transformadoras en los estudiantes.
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La percepción, como puerta de entrada al conocimiento artístico, es una de las habilidades clave que esta línea promueve. Se entiende como un proceso activo, donde los estudiantes no solo observan o sienten, sino que interpretan, cuestionan y reinterpretan el mundo que les rodea. Este enfoque permite que la educación artística fomente un aprendizaje más reflexivo y consciente, donde las emociones y las ideas se integran para generar una comprensión más profunda de los contenidos.
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La conceptualización es otro aspecto fundamental abordado en esta línea. Aquí se exploran cómo los conceptos artísticos emergen y evolucionan dentro de un marco educativo, permitiendo a los estudiantes desarrollar una estructura mental sólida que les ayude a conectar ideas abstractas con su expresión artística. Este proceso no solo fortalece su capacidad de análisis y síntesis, sino que también amplía su horizonte creativo.
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Por último, la producción artística se entiende como el resultado tangible de un proceso integral que incluye la percepción y la conceptualización. En esta etapa, los estudiantes transforman sus ideas en obras concretas, aplicando técnicas, materiales y medios con un propósito claro. Este enfoque no solo desarrolla sus habilidades técnicas, sino que también fomenta su capacidad de comunicar mensajes significativos a través del arte.
Esta línea de trabajo tiene como objetivo final formar estudiantes y educadores que comprendan el arte como un proceso holístico, donde lo cognitivo y lo creativo se entrelazan para enriquecer la experiencia educativa y contribuir al desarrollo integral del ser humano.